Limpiar los órganos para nutrir cuerpo mente y espíritu.
¿Por qué limpiar? Llevamos años de una alimentación basada en productos que no son los que nuestra fisiología requiere. Años de harina, lácteos, productos animales, azúcar, refinados, comida chatarra y lo que cada uno haya consumido a lo largo de su camino.
Limpiar es un acto de amor propio. De reconocer que hay que ir por otro camino. Implica un compromiso y, muchas veces, un gran esfuerzo.
Cambiar hábitos puede ser desafiante, probablemente un camino solitario, donde no somos comprendidos. Porque todavía no hay suficiente conciencia de la forma en que vivimos.
Sin embargo, si te sientes así, estás en el camino correcto porque estás cambiando el paradigma.
La limpieza colónica es el primer paso. Limpiar los intestinos con agua tibia permite quitar de nuestro cuerpo viejas adherencias al colon, incrustaciones que no pudieron liberarse por autointoxicación, por constipación, por consumos que nuestro cuerpo no pudo eliminar. Sí, eso se acumula y puede no salir nunca, salvo que te limpies el colon.
La limpieza se llama hidroterapia colónica o irrigación colónica y se realiza en lugares que tienen el equipamiento y un terapeuta guía.
Tres sesiones en tres días seguidos son recomendables si es tu primera vez, y ya eso te libera de mucha acumulacion, fisica, emocional y da espacio a un nueva forma de vida. Da espacio y ganas de cambiar, de estar más sanxs, nos hace conscientes de lo que nuestro cuerpo recibe y no puedo sacar afuera.
La preparación para la limpieza es mayormente a base de licuados, para que todo lo que está adherido a las paredes de los intestinos se afloje y el proceso sea mucho más efectivo. Queremos quitar todo lo que no nos sirve! Así que aprovechemos el momento!
La flora intestinal se lava, algunos dicen. Mayormente recomiendan tomar probióticos después, aunque también he leído que no se ve afectada la flora o que se regenera sola y rápidamente. Yo tomé los probióticos igualmente.
La limpieza en sí consta de acostarte en una camilla, ponerte una cánula finita en el ano ( con mucha vaselina, así que pasa re rapido) por donde se irriga el agua. Esta cánula está conectada a un tanque de agua a temperatura corporal. Una vez colocada la canula, se abre el grifo y el agua comienza a pasar por tus tripas durante una hora aproximadamente. Y es un viaje! Está bueno masajearse, ayudar al cuerpo, conectarte con eso que queres dejar ir, tanto física como emocional y mentalmente. Al final, es una terapia.
Luego de la limpieza se siente un alivio y una liviandad que no puedo explicarte, solo tenes que probarlo. No hay efectos secundarios, salís de ahí como si hubieras pasado por el baño y seguis tu camino a casa.
Luego hay que ser cuidadosxs con la alimentación porque el intestino queda bastante sensible, seguir con licuados, y de a poco incorporar otros alimentos.
Luego, la limpieza hepática profunda. El hígado y la vesícula son órganos super importantes, que depuran la sangre, metabolizan grasas y que suelen estar sobrecargados. Con esta sobrecarga funcionan con suerte en un 20% de su capacidad.
Limpiar el hígado libera los enojos, las frustraciones y la ira. Permite metabolizar las grasas, mejora la digestión, la visión, la vitalidad. Para que la eliminación sea segura y efectiva primero deben estar los intestinos limpios, ya que la vía de evacuación de cualquier desecho es esa. Es decir, limpiar el hígado libera por el intestino, osea, la caca.
Consta en un proceso de preparación de seis días a base de 1,5 kg de manzana, que luego se finaliza al día 7 y 8 tomando sulfato de magnesio y aceite de oliva con pomelo. En cantidades exactas y de manera metódica. Luego la eliminación sucede, y el cuerpo agradece. Luego, se recomienda hacer un lavado colonico para asegurarse que no haya quedado nada perdido en el tracto intestinal que pueda causar toxicidad.
El proceso entonces dura unos 10 días.
¿Qué se puede eliminar? Piedras de distintos colores, espumita, y distintas materias alojadas en el hígado. En mi caso, no eliminé piedritas, solo me fui por el inodoro el dia completo, así que cosas seguro las eliminé.
Dicen que se necesitan como mínimo 6 limpiezas de hígado de este tipo para eliminar todo lo que acumulamos. Claramente va a depender de la persona, de sus habitos y su camino transitado. Algunos necesitan más y otros menos. Pero algo seguro es que todxs necesitamos una limpieza profunda.
Tanto la limpieza colónica como de hígado deben ser acompañadas por una alimentación lo más fisiológica posible y simple posible: jugos, licuados, frutas, verduras y semillas. Preferentemente nada más. Deben ser realizadas con consciencia y muchas ganas.
Cada unx siente cuando es el momento. Algunxs nos animamos a hacerlo solos después de mucha investigación y otrxs necesitan un acompañamiento por su estado de toxemia y salud.
De cualquier forma son procesos que deberían hacer todxs. Nadie esta exento. Por el tipo de alimentación que normalizamos, todos tenemos residuos que vale la pena eliminar. Nuestro sistema digestivo es tan importante como nuestro cerebro y, sin embargo, está muy contaminado.
Si todos los intestinos están limpios seriamos una sociedad distinta, estoy segura. Más consciente, más empática, más amorosa.
Yo sentí que era el momento luego de haber tenido una crisis depurativa a fin de año. Comencé a ser muy consciente de lo que comía y me empecé a sentir muy bien. Sentí que quería ir más profundo y estoy muy agradecida de haberlo hecho. Hoy siento que tengo menos vicios, mejore mis hábitos y agregué muchos nuevos, todxs me hacen sentir en armonía con mi salud. Fui consciente de años de autointoxicación mediante el consumo de harinas, refinados, azúcares, alcohol y tabaco de mi adolescencia y algunos fármacos.
Si les interesa mas información, les recomiendo que lean a Nestor Palmetti, que busquen en Youtube a Maria Elena Miura, que lean el libro de Andrea Moritz, “La sorprendente limpieza de hígado y vesícula biliar” ( donde está el protocolo completo) y también el libro “Limpieza de los tejidos” de Bernard Jensen.
También pueden contactarme para charlar del tema y acompañarles.
Les mando un fuerte abrazo y gracias por leerme!
Marina